México.- Lugar enigmático, con cerca de cinco siglos de historia plasmados en sus emblemáticos edificios coloniales y calles, el Pueblo Mágico de Yuriria seduce también al visitante aventurero que desea convivir con la naturaleza. 

Su nombre es de origen purépecha, derivado de Yuririapúndaro, vocablo que significa Lago de sangre, y se distingue por los trabajos en artículos de piel y los petates de fibra de tule.

Al visitar este lugar no se debe dejar pasar la oportunidad de probar el famoso caldo michi o el mole de huilota, cocinado con chiles tostados.

En 1540 el agustino Fray Pedro de Olmos fundó Yuririhapundaro, que lo convierte en uno de los pueblos más antiguos del estado.

Fue habitado por chichimecas y su florecimiento se dio gracias al apoyo de Fray Diego de Chávez, quien vio por la construcción de la primera obra hidráulica de Latinoamérica: el Canal de Taramatacheo, hoy conocido como la Laguna de Yuriria.

Posee una incomparable biosfera, ideal para los amantes de la naturaleza, por lo que es recomendable explorar los verdes alrededores, donde habitan diferentes especies de animales como el zorrillo, coyote, alicante, lagartija y tlacuache.

Incorporado al programa Pueblos Mágicos en 2012, Yuriria está ubicada al sur del estado y ofrece un interesante recorrido por magnas estructuras arquitectónicas de los siglos XVI, XVII y XVIII.

Entre otros lugares para conocer está la Capilla de Santa María, el Convento de San Pedro y San Pablo, la Laguna de Yuriria, el ex Convento Agustino de San Pablo, los templos del Señor de la Preciosa Sangre de Cristo y el del Señor de la Salud, en Colonia, y el Santo Sepulcro.

BTM