México.- El reinicio de actividades en el marco de la Nueva Normalidad, tras varios días de encierro, puede significar para muchas personas, potentes sentimientos de ansiedad, conocidos como “síndrome de la cabaña”. 

Se trata de un miedo intenso a cambiar de entorno tras un tiempo prolongado de encierro, a pesar de que el entorno en el que se encuentre la persona no sea mejor.

Incluso se pueden presentar algunas reacciones como taquicardia, sudoración y dificultad motora. También es posible padecer trastornos de ansiedad, depresión y estrés.

Erika Villavicencio, investigadora, consultora y coordinadora de psicología organizacional en la UNAM, señala que si el miedo impide a la persona desarrollar sus actividades, se realicen aproximaciones sucesivas de forma gradual con el objetivo de que se exponga al estímulo negativo asociado a la salida. 

Para empezar, se pueden establecer metas pequeñas como depositar la basura en el exterior o ir a la tienda, es necesario intentar en repetidas ocasiones y con un grado de  dificultad mayor para superar la situación. De esta forma, la persona podrá manejar la ansiedad y el miedo.

Destacó que es de vital importancia que durante estos ejercicios o al retomar las actividades laborales se sigan las medidas de protección; usar careta, cubrebocas y gel antibacterial. 

La especialista de la UNAM indicó que de no incorporar las normas de autocuidado y de sana distancia, se contribuirá a experiencias que alimenten el miedo al contagio y que éstas se desencadenen a un nivel mayor.

El origen del Síndrome de la cabaña se remonta al siglo XX, su nombre inicial es “cabin fever”. En esta época muchos colonos americanos debían pasar largas temporadas en invierno dentro de sus cabañas, experimentando síntomas depresivos, ansiosos y sensación de enjaulamiento.

Este síndrome suele darse con mayor frecuencia en personas que viven solas o tienen escaso contacto social en este periodo de confinamiento por dificultades de acceso a internet. 

BTM