México es un país lleno de tradiciones imperdibles y una de las más representativas se da los primeros días de noviembre, mediante el llamado “Día de Muertos”. El copal, las frutas, la comida y el Cempasúchil, son fragancias que van mostrando el camino a nuestros seres queridos en un trayecto al mundo terrenal, para poder volver a gozar de su comida favorita.
El chef mexicano, Jorge Carlos Fernández Francés, nos comparte algunos de los platillos más representativos para compartir con nuestros familiares en estos días de celebración.
Tamales
Envueltos en hoja de maíz o de plátano, rellenos de salsa verde, mole, rajas, pollo o cerdo, los tamales son un elemento esencial en altares y ofrendas para este gran día.
Dulce de Calabaza
Su preparación consiste en cocer la calabaza con ingredientes como el piloncillo y la canela para hacer una miel que acompaña a los trozos de dulce.
Pan de Muerto
Una de las comidas más características es el famoso pan de muerto, lo podemos encontrar en las panaderías y pastelerías de México y podemos elegir entre los que están bañados de azúcar o ajonjolí según el estado.
Atole
En esta época no puede faltar un delicioso atole para acompañarlo con nuestro pan de muerto. El atole se hace a base de maíz hervido con agua o leche y se endulza con azúcar y piloncillo. Asimismo, se condimenta con aromas como cacao, vainilla, canela, anís, , azahar, hojas de naranjo y otros saborizantes como el chocolate.
Calaveritas de azúcar
De pasta de azúcar se moldean en forma de calavera, regularmente se coloca el nombre del difunto que se remonta a la tradición de los mesoamericanos de conservar los cráneos ganados en batalla y mostrarlos como trofeos.
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