La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) lanzaron la Estrategia Sectorial de Bioeconomía para México (ESBAM), con la finalidad de aprovechar los desechos de cultivos para transformar y adaptar los sistemas agroalimentarios al cambio climático y, al mismo tiempo, fortalecer la seguridad alimentaria.
Se trata de un esquema delineado por el secretario Víctor Villalobos Arámbula, apegado al programa sectorial del Gobierno de México, en el que la bioeconomía representa una oportunidad para el aprovechamiento de residuos de cultivos agrícolas y la creación de bionegocios inclusivos, sobre todo en países como México que tienen una megadiversidad y posición geográfica estratégica para el comercio internacional.
En la presentación de la ESBAM, el coordinador general de Agricultura, Santiago Arguello Campos, señaló que la propuesta propone transformar la biomasa de todas las cadenas productivas para convertirlas en productos innovadores, sanos e inocuos, para alcanzar la meta de alimentar a una población en constante crecimiento.
Se estima la disposición un rango de desperdicio de 30 a 40 por ciento, según la cadena productiva, y que un 70 por ciento de los alimentos producidos en el país pasan por una de las 66 centrales de abasto de México, apuntó.
Subrayó que en los próximos años será difícil mantener el modelo económico tradicional, porque cada vez están más comprometidos los recursos naturales (agua y suelo) y hay mayores demandas sociales, de ahí la necesidad de adaptarse a los nuevos retos y trabajar en la transición agroecológica basada en ciencia y recuperación del conocimiento ancestral de los campesinos, en beneficio de los productores, su agroindustria y los consumidores.
En un primer mapeo de los instrumentos de política pública relacionados con bioeconomía, dijo, se cuenta con 21 programas sociales implementados, 12 en la Secretaría de Agricultura, ocho en la de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y uno en la de Bienestar.
El representante del IICA en México, Diego Montenegro, manifestó que la propuesta de la ESBAM atiende a la necesidad de transformar los sistemas agroalimentarios actuales, fomenta el desarrollo de bioemprendimientos, la innovación y la tecnología e impulsa el uso eficiente de los recursos naturales y reutilización de la biomasa residual agrícola como insumos en nuevos procesos industriales.
La bioeconomía tiene potencial para convertirse en una apuesta estratégica para el desarrollo sostenible de América Latina, región que cuenta con una amplia riqueza biológica y una sólida base de capacidades humanas, productivas y científicas, que se convierten en ventajas comparativas, apuntó.
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