México.- Glenfiddich, el Single Malt más premiado del mundo, presentó su nueva variante: Grand Cru, madurado durante 23 años en raras barricas de roble francés cuvée para fusionar los mejores sabores de Escocia y Francia y con ello crear un líquido que se convierte en expresión de lujo y digno para compartir.
Grand Cru es una expresión atrevida e inesperada que supera la noción misma del Single Malt, con lo que propone redefinir los momentos de celebración mediante esta muestra extraordinaria que le da un nuevo sentido a la experiencia de beber.
Así, Glenfiddich abre las puertas de la experimentación y al sabor ya notablemente rico e intenso del whisky, logrado gracias a una larga maduración en barrica de roble americano y europeo que agrega refinamiento gracias a las barricas de madera cuvée francesas.
Y es que, cada gota de Grand Cru revela la paciencia lograda por hasta seis meses de casamiento, tiempo en el que se van acumulando capas de aromas y sabores que son pequeñas muestras del lujo embotellado que agrupa una explosión de aromas que van desde la flor del manzano hasta el limón confitado y pan recién horneado.
La boca recibirá una explosión de experiencias que van desde la rica vainilla, el dulce brioche, el sándalo, el sorbete de pera y la uva blanca con lo que se crea una paleta de experiencias hermosas con una armonía de sabores; realzado por un final largo y opulento para concretar una experiencia inolvidable para ser compartida y recordada con aquellas personas que son únicas.
El Malt Master de Glenfiddich, Brian Kinsman, comenta: “Una vez más rompimos las reglas de lo establecido. Esta colaboración inusual presentó una oportunidad emocionante para crear un líquido que refuerza aún más nuestro espíritu de experimentación".
Combinando lo mejor de ambos mundos, el líquido final es exquisito y un tributo especial a cada barril de cuvée individual en el que se terminaron las maltas, resaltó.
BTM
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