México.- Jala, en Riviera Nayarit, es el destino soñado que combina un ambiente de relajación con actividades de ecoturismo y naturaleza, hecho realidad.

Ubicado a las faldas del volcán El Ceboruco, al sureste de estado, a 70 km de Tepic y a 140 km de Guadalajara, este Pueblo Mágico tiene un encanto sin igual gracias a las calles empedradas y las casonas que datan del siglo XVIII y XIX, consideradas Patrimonio Histórico por el INAH, que brindan una atmósfera de relajación única.

Entre sus encantos se encuentra la cascada El Salto, una caída de agua de 30 metros de altura que se muestra en la temporada de lluvia para refrescar a visitantes y pobladores con su brisa. Para llegar a este punto sólo es cuestión de caminar un kilómetro entre senderos que dejan ver la belleza del lugar.

El volcán El Ceboruco es otro de sus grandes atractivos, donde con autorización del municipio se puede subir para admirar el valle formado en su cráter y en el que se emiten pequeñas fumarolas. Para los más aventureros el ascenso y descenso puede ser en bicicleta.

Por otra parte, la gastronomía es un imperdible que se basa en el maíz y regala exquisitos platillos tradicionales como las gorditas o los tamales dorados, así como sus dulces típicos: las rosquetas (galletas cubiertas de caramelo) o bizcoletas (pan sin endulzar cubierto de ajonjolí).

Además, en Jala se lleva a cabo en agosto (del 3 al 15) una de las celebraciones de mayor reconocimiento nacional e internacional como lo es la Feria del Elote, una tradicional fiesta que celebra a este fruto y premia a los más grandes de la temporada de cosecha, que llegan a medir entre los 30 a 40 centímetros, haciendo que esta sea una fiesta que se pueda saborear.

BTM