México.- Aun cuando las leyes mexicanas ya lo contemplan, uno de los retos actuales del trabajo remoto o home office es cubrir las condiciones y derechos laborales de esta modalidad mediante una regulación completa para proteger a los trabajadores al incluir un concepto que será indispensable para el futuro: la desconexión digital.

En ese sentido, el Centro de Estudios para el Empleo Formal (CEEF) propuso un decálogo de los aspectos que deben regular las relaciones y las actividades de trabajo entre el patrón y los trabajadores que incorporen el trabajo a distancia.

En primer lugar, dijo, se trata de un derecho libre y voluntario para ambas partes, y donde deben regir los principios de trabajo formal y decente.

Aclaró que el hecho de ser una actividad que se realiza en un lugar distinto al centro de trabajo no dará lugar a ser considera como prestación de servicios profesionales.

El Centro señala también que el home office se debe formalizar con la firma de un acuerdo, que forme parte del contrato individual de trabajo. Es responsabilidad de ambas partes definir los lineamientos para implementar el teletrabajo.

Asimismo, esta modalidad debe responder al principio “a trabajo igual, salario igual”. Las personas que trabajen a distancia tienen los mismos derechos, horarios, sueldos, prestaciones, así como igualdad de trato y no discriminación.

En los acuerdos de teletrabajo se debe definir los horarios, las tareas, las actividades y los resultados a conseguir por ambas partes.

Asimismo, el patrón debe proporcionar al trabajador las herramientas necesarias para desempeñar el teletrabajo, tales como: equipo de cómputo, internet, teléfono y todo lo necesario para el buen desempeño de sus actividades.

El Centro de Estudios para el Empleo Formal dejó en claro también que los trabajadores a distancia tienen derecho a la desconexión digital, para garantizar que cuenten con horarios definidos en días laborales, días de descanso obligatorio y vacaciones, según lo establecido por la Ley Federal del Trabajo.

BTM