Glenfiddich, la historia del whisky single malt que nació en Navidad

México.- Era la Navidad de 1887 cuando William Grant, un visionario hombre, concretó el sueño de su vida al extraer la primera gota de lo que se convertiría en el whisky single malt más premiado del mundo, producto de una destilación en alambique de cobre: Glenfiddich, que sigue escribiendo su historia a su manera.


Durante 1886, William Grant y sus nueve hijos se dedicaron a levantar la destilería familiar con sus propias manos, piedra a piedra, en la pequeña ciudad de Dufftown, Escocia. El espíritu y determinación de esta gran familia se vieron gratamente premiados un año después, justo en Navidad, fecha en que se comenzó la tradición de brindar con whisky.


Desde su creación, la esencia de Glenfiddich –que en galés significa Valle del Ciervo– reúne agua, proveniente del manantial Robbie Dhu, aire y cebada malteada. Estos tres elementos siguen siendo fusionados con maestría para elaborar un whisky extraordinario.


Hecho con un proceso artesanal único y bajo una tradición familiar de más de 130 años, Glenfiddich desafía lo establecido para mostrarse vanguardista y genuino, perfecto para las personas de espíritu Maverick en esta Navidad.


En esta temporada decembrina Glenfiddich ofrece en México diversas expresiones para sorprender a quienes gustan de un whisky audaz como el Glenfiddich 12 años, que se caracteriza por su aroma a pera y madera suaves. De final largo y persistente que deja suaves recuerdos. Madurado en barricas de Bourbon americano y Jerez español.


Mientras que el Glenfiddich 15 años destaca por su intenso y cálido aroma con matices a miel y madera. Especialmente suave y profundo de sabor, con notas de fruta y vainilla. Para su elaboración se utilizan barricas de solera, roble americano nuevo, roble americano y roble europeo.


A su vez, el Glenfiddich 18 años es tan exclusivo que sólo existen 150 barricas para elaborarlo. Combina el aroma dulce de la madera olorosa y el roble americano. Es un whisky robusto, con elegantes notas a roble, manzana y canela. El final es largo, suave y redondo. Sin lugar a dudas, un producto sublime.


Mientras que el Glenfiddich 30 años es una variación excepcional que ha descansado al menos 30 años en barricas de bourbon de roble americano y Jerez Oloroso para obtener el más fino equilibrio de sustancioso roble y calidez de la miel.


BTM


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