México.- Las enfermedades del agua recreativa son infecciones causadas por gérmenes que pueden sobrevivir y/o crecer en piscinas, jacuzzis, océanos, lagos y ríos, así como en el agua de parques acuáticos y se transmiten al tragar o al entrar en contacto con agua que contiene gérmenes.
Los tipos comunes de enfermedades en albercas y spas incluyen las infecciones diarreicas y de la piel, oído de nadador (infecciones en oídos) y las infecciones respiratorias causadas por la inhalación de gérmenes, generalmente mientras se está en una bañera de hidromasaje.
Por ello, el mantenimiento adecuado de la piscina es más que simplemente aspirar las hojas, se debe controlar regularmente el nivel de cloro y el pH, especialmente si es pública, señala un artículo del Houston Methodist Hospital.
Señala que si bien el cloro puede matar a la mayoría de las bacterias en menos de un minuto, otros gérmenes son más tolerantes y no hay evidencia de que el Covid-19 sobreviva en las albercas, aunque sí puede haber contagios masivos es por la convivencia de muchas personas dentro y fuera de las albercas.
Por ello, la institución recomienda:
No nades si estás enfermo.
Toma una ducha rápida antes de nadar. Incluso un enjuague rápido antes de meterse a nadar puede reducir la cantidad de suciedad y sudor que lleva al agua, lo que, a su vez, puede ayudar a mantener los niveles adecuados de cloro.
Sécate las orejas cuando salgas. Para evitar infecciones del oído que se producen como resultado de dejar agua contaminada en este. Si tiene antecedentes de infecciones del oído, considere usar un gorro de baño o tapones para los oídos.
Prepara a tus hijos. Antes de que sea hora de nadar, recuerda a tus hijos que eviten orinar en la piscina o tragar agua.
Además de estos consejos, recuerda siempre mantenerte seguro evitando resbalones, tropiezos y caídas, supervisando a los niños y haciendo que los más pequeños o adultos que no saben nadar usen chalecos salvavidas.
BTM
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