Episcopado: violencia electoral, riesgo para la estabilidad democrática; no se justifica complicidad con la delincuencia

72 horas después de iniciar el proceso electoral federal, Iglesia católica en este país, a través de un comunicado de 4 páginas, “Por el Bien de México, Primero la Democracia y el Estado de Derecho”, en el que manifiesta su postura en campañas y elección para Presidenta de la República, 128 senadores y 500 diputados federales.

De esa manera, la Conferencia del Episcopado Mexicano, con el puntual título que ponen a su virtual opinión de cómo debe guiarse la elección para aquellos encargos de elección popular, envía señales y dedicatorias directas a los actores políticos que contienden por la titularidad del Poder Ejecutivo Federal, una curul o un escaño.

Domingo pasado, obispos del país que integran ese órgano religioso de la Iglesia católica, en un manifiesto que firman dirigentes de la CEM, Monseñor, Rogelio Cabrera López, Arzobispo de Monterrey, en su calidad de presidente y Monseñor, Ramón Castro Castro, Obispo de Cuernavaca, secretario General de la Conferencia, observan el proceso electoral ideal, desde su óptica ciudadana y eclesiástica.

  En el inicio de su postura, ponderan inicio de campaña electoral 2024, “con el único deseo de construir juntos, apoyados en la verdad y la justicia, el ambiente propicio para celebrar en paz este importante proceso político”.

En 4 páginas, resaltan que nuestro país, es una gran nación unida por su origen, valores, cultura e historia, que se encuentra en permanente construcción, “tarea en la que todos los ciudadanos estamos convocados a participar con generosidad, desde los propios valores y capacidades, de forma personal y social”.

La grandeza de país, exponen los Obispos de la Iglesia Católica, llama en momentos especiales, a dar los mejor de los mexicanos, tal como sucederá, sin duda, en el proceso electoral de este año 2024, que culminará el domingo 2 de junio”.

En virtual convocatoria a acudir a ejercer el voto ese día, señalan:

“Merecemos una jornada histórica que, con una nutrida participación ciudadana, fortaleza la paz y el desarrollo de nuestro país, unido en la riqueza de su diversidad, proyectándonos con esperanza hacia el futuro, gracias a la observancia del estado de derecho y a la madurez democrática que hemos alcanzado”.

En el contexto de elegir aquellos representantes populares, además, 8 gobernadores y jefatura de gobierno CDMX, Congresos locales y alcaldes, hacen alusión a flagelos de violencia y delincuencia que permea en el país:

“Pero también sabemos ya de algunos riesgos que amenazan la estabilidad democrática mediante la violencia criminal que, al mismo tiempo, afectan la libertad ciudadana. Estamos a tiempo, de evitarlos, confiando en la fortaleza de las instituciones electorales y en la honestidad de todos los candidatos”.

En virtual exhorto a ciudadanos que integran Lista Nominal de Electores del Instituto Nacional Electoral (99, 023,975, corte al jueves pasado) y funcionarios de casilla, Monseñor, Rogelio Cabrera y Monseñor, Ramón Castro, convocan:

“Participemos todos, en lo que a cada uno nos toca, vigilando con esmero el proceso electoral en su conjunto, hasta la entera jornada del 2 de junio, donde los verdaderos demócratas, como fruto de un proceso ejemplar, deberán reconocer los resultados sin apasionamiento, dejando de lado intereses meramente partidistas y conductas egoístas, poniendo por delante el bien común de nuestro México”.

En ese contexto, la candidata presidencial del PAN-PRI-PRD, ya dejó en claro que, de perder, “no tomaría el Paseo de la Reforma”, entonces, no creemos que la dedicatoria sea para Xóchitl Gálvez Ruiz.

El bien común de la nación, añaden Arzobispo y Obispo, sentido común de los mexicanos, agregamos nosotros, “exige que vivamos esta experiencia de renovación democrática con libertad y con responsabilidad; respetándonos unos a otros, desde nuestra legítima pluralidad cultural con la que se enriquece nuestra sociedad, tal como se manifiesta en la vitalidad de la sociedad civil organizada, con todos sus matices y en los organismos intermedios de distintos sectores”.

Decisiones ciudadanas que se orientan al bien común, consideran los máximos jerarcas de la Conferencia del Episcopado Mexicano, implican respeto a la dignidad humana, derechos ciudadanos y preocupación subsidiaria por los que menos tienen.

Contexto, en el cual, la Iglesia católica de este país, observa:

“Toca a las autoridades un correcto desempeño en sus responsabilidades para garantizar la participación ciudadana. Es así como entendemos la expresión, según la cual, la política es una de las formas más elevadas de la caridad, porque sirve al bien común”, Papa Francisco, Fratelli Tutti 180.

Cual ciudadanos de la vida civil, militantes de un partido político, los jerarcas de la CEM, opinan del proceso electoral en el que está el país, desde el viernes pasado, previo periodo de precampaña e intercampaña:

“Todos deseamos que este proceso electoral de 2024, sea un ejemplo de civilidad, a la altura de la cultura democrática que los mexicanos hemos ido construyendo y perfeccionando en las últimas décadas, a través de leyes e instituciones que nos regulan”.

“Por lo que es necesario, que los distintos actores políticos, sin excepción, comenzando por las autoridades y siguiendo con los candidatos, partidos y ciudadanos, cumplamos las Leyes y las Normas en materia electoral. Por el bien de México, primero la democracia y el Estado de Derecho”.

Sin ambages, ponderan:

“Toca a los responsables de las instituciones electorales, el Instituto Nacional Electoral, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales, actuar con apego a la imparcialidad y la justicia, con ética y competencia profesional, para garantizar que el proceso se desarrolle con plena legalidad y con oportuna corrección de las anomalías que pudieran presentarse”.

Sin hacer omisión a la parte del gobierno federal en el proceso electoral:

“También consideramos necesario que las autoridades responsables de la seguridad ciudadana y las fuerzas del orden (Sedena, Guardia Nacional y Semar), a nivel estatal y nacional, garanticen la protección y el ambiente de paz de tal manera que se eviten, por motivos electorales, las agresiones, los atentados y los lamentables asesinatos de candidatos, políticos, familiares periodistas y demás ciudadanos”.

“Por lo demás, la seguridad deberá estar garantizada en todos los rincones del país el próximo domingo 2 de junio, sin excepción alguna”, exigen representantes de la Iglesia católica en nuestro país.

Inmersos en virtual crítica a violencia y delincuencia que permea en el país, dirigentes de la CEM, advierten:

“Creemos que el peor de los escenarios, el que mayormente debemos evitar, es aquel en el que el crimen organizado y otros grupos delincuenciales intervengan en el proceso electoral, en cualquier lugar y momento”.

“La democracia electoral mezclada con la delincuencia es un binomio totalmente inaceptable, es un signo de la más deplorable corrupción que se debe evitar a toda costa”, reiteran.

Tajantes, puntual, la crítica, advertencia de los Obispos mexicanos, a los flagelos de violencia y delincuencia, cuando añaden, quizá, quizá, dice la canción, con dedicatoria a “ysq”:

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