México.- La economía mexicana inició 2020 en una fase recesiva y de acuerdo con datos del INEGI a octubre, el promedio de crecimiento económico tanto del sexenio como de los primeros 10 meses del año ya es negativo en 0.1 por ciento.

Un análisis del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC) refiere que además, el ciclo del IGAE muestra que la economía mexicana se encuentra en recesión y que aún no se ha tocado fondo. 

Estos datos refrendan la necesidad de elaborar un programa contingente de reactivación económica: la continuidad del debilitamiento productivo puede tener consecuencias relevantes en el mercado laboral, y partir de ello en el bienestar de las familias mexicanas.

Aunado a que el gasto público no tiene la capacidad de propiciar el bienestar que se pierde por la precarización del mercado laboral, señala el organismo que encabeza José Luis de la Cruz.

Refiere que hasta octubre de 2019, la mayor afectación se ha dado en las empresas: la reducción de la inversión y la menor utilización de la capacidad instalada señalan que el sector productivo ha realizado ajustes para intentar enfrentar un entorno económico adverso.

Mientras que la desaceleración industrial de Estados Unidos, que acumula tres meses de caídas, la recesión en la actividad fabril mexicana y un mercado interno que podría ser afectado por una mayor precarización del mercado laboral, el 2020 requerirá de un enfoque diferente en materia de política económica.

Es decir, estimar que el T-MEC aliviará la situación y alejaría la recuperación en 2020: la mayor parte de la planeación de nuevas inversiones ya se realizó tanto en el sector privado como por el gobierno.

Así, el T-MEC no incidirá en ello porque, en el mejor de los casos, entrará en vigor hasta el segundo semestre del 2020 y las negociaciones en materia laboral modificaron los incentivos de inversión en México.

Por tanto, el crecimiento económico endógeno será la única forma de garantizar que la sociedad mexicana pueda acceder a mejores condiciones de bienestar, subrayó el IDIC.

Sostuvo que sin crecimiento económico el gobierno enfrentará dificultades para mantener su patrón de gasto social e inversión, sus ingresos tributarios serán los primeros en recibir la afectación de una economía que se mantiene en recesión.

BTM