Con gran vocación de servicio, la Unidad de Rescate Aéreo del Gobierno del Estado de México “Relámpagos” cumple 30 años de cruzar el cielo mexiquense para auxiliar en traslados de heridos, enfermos y mujeres embarazadas en estado grave, además de prestar apoyo estratégico para combatir incendios forestales y desastres naturales.
“Ser Relámpago lo traes en el alma, eso la verdad que nos ha ayudado mucho a crecer, a integrarnos como un solo equipo y el poder ayudar a las personas, porque ustedes ven un servicio de transporte aeromédico, un servicio de rescate, pero atrás de todo eso, hay un gran esfuerzo de personas que están aquí con un alto nivel de vocación”, señaló Víctor Manuel Figueroa Corchado, Jefe de la Unidad de Rescate Aéreo “Relámpagos”.
Este equipo de rescate surgió en 1994 bajo el nombre de Unidad de Apoyo Aéreo “Relámpagos”, un agrupamiento policiaco que tenía como función secundaria el servicio de ambulancia aérea.
Fue hasta el año 2006 que su vocación de servicio dio un giro y se convirtieron en la Unidad de Rescate Aéreo del Gobierno del Estado de México.
“Hacemos más de mil operaciones al año, eso quiere decir que ayudamos o coadyuvamos a seres, personas que tal vez están viviendo el peor día de su vida al sufrir un accidente, y nosotros poder contribuir el salvarle la vida, pues qué mejor”, puntualizó Figueroa Corchado.
“Gracias al Gobierno del Estado de México hemos podido recibir educación a nivel universitario, a nivel maestría y cursos en el extranjero, todos y cada uno de nuestros elementos cuentan con certificaciones, los cuales nos ponen a nivel de cualquier país, de primer mundo”, destacó.
Esto ha permitido que desde 2006 a julio de este año, “Relámpagos” hayan brindado 13 mil 715 operaciones aéreas, entre ellas 11 mil 184 ambulancias aéreas, 668 traslados de órganos y plasmas de sangre, 385 traslados de recién nacidos en incubadora y 204 de personas intoxicadas, mil 310 códigos mater, 506 operaciones de búsqueda y rescate, 209 apoyos en desastres naturales, 597 en extinción de incendios forestales y mil 720 operaciones de vigilancia aérea.
Con una fuerza de trabajo de 40 elementos: 16 pilotos, 12 paramédicos rescatistas, tres operadores de grúa y nueve oficiales tácticos aéreos, los integrantes de “Relámpagos” comparten dos características esenciales: su vocación altruista y sus ganas de ayuda al prójimo.
Esto ha permitido que la Unidad de Rescate Aéreo traspase las fronteras del Estado de México para brindar apoyo a otras entidades del país, como lo fue en las inundaciones de Tabasco, Guerrero y Veracruz, los deslaves en Chiapas, el combate de incendios en San Luis Potosí, en los cuales brindaron servicio de ambulancia, rescate con grúa para las personas que sus casas quedaron rodeadas por el agua, así como para llevar víveres.
“Están con una unidad de primer mundo, la Unidad de Rescate Aéreo se considera una de las mejores unidades a nivel mundial y están recibiendo la atención por personal profesional, pero sobre todo humano, esa es la parte más importante, un paciente no es una estadística más, para nosotros un paciente es un papá, una mamá, un hijo, un tío, un abuelo”, expresó Víctor Manuel Figueroa.
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