México.- La diversificación del producto turístico en México llevó a crear “rutas” que agrupan destinos de playa, arquitectónicos, arqueológicos o gastronómico, como la Ruta del Pulque, en Tlaxcala.

Si bien sus niveles de alcohol están entre cuatro y ocho grados, hay quienes consideran que por sus nutrientes, casi podría ser una proteína "le falta un grado para ser carne" y en sus orígenes, hace dos mil 500 años, se le consideró una bebida sagrada, reservada para los dioses, sacerdotes y los tlatoanis.

Como la mayoría de las cosas sagradas de los pueblos originarios de México, después de un tiempo fue repudiada y vilipendiada. De bebida ceremonial pasó a ser un trago vulgar.

Para el chef Irving Cano la comida tlaxcalteca ha dejado una huella muy profunda en la gastronomía de México y prueba de ello es que el pulque es conocido como una de las bebidas tradicionales más emblemáticas del país.

Sin embargo, la Revolución le hizo justicia, ya que Agustín Víctor Casasola, captó imágenes de revolucionarios y de trabajadores consumiendo la bebida afuera de pulquerías.

En Huamantla, Tlaxcala, está la ex hacienda Santa Bárbara, cuya construcción data del siglo XVII. En sus inicios estuvo dedicada a la venta de pulque y hoy opera como un centro de hospedaje para turistas que buscan experiencias únicas e irrepetibles en México.

Muy cerca está la hacienda Soltepec, que con sus viejas construcciones del siglo XVIII recibe a visitantes que buscan probar la cocina hecha con ingredientes prehispánicos, como nopales, gusanos de maguey, escamoles, hongos silvestres, huitlacoche y, por supuesto, el pulque.

Junto a la hacienda está el Museo del Pulque, un lugar que debes visitar para conocer un poco más de esta bebida que hoy nuevamente adquiere relevancia.

Mientras que en el municipio de Nanacamilpa hay ranchos donde se ofrecen experiencias gastronómicas y recorridos por antiguas haciendas pulqueras, como el rancho San Isidro.

BTM