Por Dither Nava
México.- La nueva normalidad ha convertido a los autocinemas como la mejor opción para mantener la sana distancia, evitar aglomeraciones y pasar un buen rato en familia o con amigos. Justo como se hacía en la ya lejana década de los 60.
Las reglas son simples, se compran las entradas de forma digital y se mostrarán al entrar al recinto desde la ventanilla del auto, sin bajar el cristal. Algunos ofrecen alimentos o bebidas que se deberán consumir al interior del vehículo y está prohibido el acceso a motos y bicicletas.
En la Ciudad de México se puso en marcha uno dentro del Autódromo Hermanos Rodríguez, donde por tan solo 10 pesos por vehículo, se puede ingresar a la curva cuatro de la pista y la Arena Ciudad de México exhibe películas taquilleras con tres funciones al día.
El Autocinema Santa Fe, ubicado muy cerca del Parque La Mexicana, ofrece películas para todos los gustos, y el Autocinema Coyote ya tiene dos sedes en Polanco e Insurgentes.
Desde Acapulco, hasta Tijuana
Luna Autocine, el cual tiene una ubicación de ensueño, ya que se encuentra a tan solo 500 metros de la Pirámide de la Luna de Teotihuacán y en Tijuana, las veladas frente a la pantalla grande se pueden hacer realidad en el autocinema del estacionamiento del estadio Chevron.
El complejo Mundo Imperial, ubicado en la Riviera Diamante de Acapulco, abrirá el autocinema más grande México y Jojutla, Morelos, también prevé contar con su propio autocinema en la Arena Teques, mientras que en Guadalajara se inauguró uno en la explanada López Mateos.
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