México.- En enero del año que hoy termina, un nuevo coronavirus empezó a propagarse desde Asia al resto del mundo. En marzo se convirtió en una pandemia que, en apenas unas semanas, reveló nuestra fragilidad física y las de los sistemas económicos y sociales del mundo.
Así, todos los países comenzaron a imponer restricciones sanitarias que impactaron los esfuerzos para crear sociedades más equitativas. La desigualdad entre ricos y pobres empeoró durante la crisis del Covid-19 y aumentó la pobreza, por primera vez en décadas.
El mundo de 2020 se caracterizó por una enorme desigualdad, con la mitad de la riqueza mundial “concentrada en un grupo de personas que podría caber alrededor de una mesa de conferencias”, dijo el líder de la ONU, António Guterres, quien prevé que para 2030 habrá todavía unos 500 millones de personas en la pobreza extrema.
Mientras que la Organización Internacional del Trabajo afirma que dos mil millones de trabajadores del sector informal son especialmente vulnerables a la pandemia.
Este año también se ha interrumpido la educación de millones de niños en todo el mundo. Las escuelas se esfuerzan por hacer frente a los repetidos cierres y reaperturas de actividades, y por transitar, si esto es posible, a la educación en línea.
Sin embargo, los niños pobres también han sido los más afectados por las medidas de emergencia, destaca Naciones Unidas.
El cierre de escuelas, asegura, tendrá consecuencias devastadoras como pérdida de aprendizaje y mayores tasas de abandono escolar, aumento de la violencia contra los niños, embarazos adolescentes y matrimonios infantiles.
Además, con millones de personas obligadas a trabajar desde su casa, con las oficinas y tiendas cerradas como parte de las medidas de contención, y con los viajes restringidos en todas partes, fue inevitable que la economía sufriera.
Incluso antes de que el coronavirus se declarara oficialmente una pandemia, era claro que los cierres, las prohibiciones de viaje y otras restricciones de movimiento serían graves.
Ya en los primeros días de marzo, la conferencia de la ONU sobre comercio pronosticó que la economía mundial entraría en recesión.
Las perspectivas son sombrías con la segunda ola de Covid en el mundo, sobre todo para los 6000 millones de personas que viven en los países en desarrollo, y la Conferencia sobre Comercio de la ONU ya alertó sobre un tsunami financiero inminente.
2021 será por tanto, un año de fuertes retos para la comunidad mundial.
BTM
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